martes, 7 de mayo de 2013

Un desastre natural


La erupción del volcán KrakatoaEn 1813, el volcán Krakatoa entró en erupción catastróficamente, llevándose al rededor de 36.000 vidas.
En los años anteriores a la erupción de 1883, la actividad sísmica alrededor del volcán era intensa, con algunos terremotos en lugares distantes como Australia. El 20 de mayo de 1883, tres meses antes de la explosión final, comenzaron a aparecer regularmente escapes de gases en Perboewatan, en el norte de la isla. Las erupciones de ceniza alcanzaron una altura de 6.000 metros y las explosiones pudieron oirse en Batavia (Yakarta), a más de 150 kilómetros de distancia. La filtración de agua en la cámara de magma produjo grandes cantidades de vapor y humo, pero la actividad se extinguió hacia finales de mayo. Esto trajo como consecuencia la tranquilidad de la población aledaña, que no tomó medidas de seguridad mayores; sin embargo, la comunidad científica envió científicos a estudiar la isla y encontraron inquietantes signos de una actividad volcánica que no se aplacaba.
El volcán entró de nuevo en erupción en torno al 19 de junio. La causa de la erupción, según se cree, fue una nueva fisura o fisuras que se formaron entre Perboewatan y Danan, más o menos donde está el actual cono volcánico de Anak Krakatau. La violenta erupción causó mareas excepcionalmente altas en la zona, y los barcos anclados tuvieron que ser amarrados con cadenas. Después del 11 de agosto comenzaron erupciones más grandes, con penachos emitidos por al menos once fisuras. El 24 de agosto, las erupciones lejanas se intensificaron. Aproximadamente a las 13:00 (hora local) del 26 de agosto, entró en su fase de máxima actividad, y alrededor de las 14:00, los observadores pudieron ver una nube negra de ceniza de una altura de 27 kilómetros (17 millas). En este punto la erupción era prácticamente continua y las explosiones podían oírse con intervalos de unos diez minutos. Desde los barcos que se encontraban a 20 kilómetros (11 millas náuticas) de distancia del volcán se informó acerca de la caída de ceniza pesada, con pedazos de piedra pómez caliente de hasta diez centímetros de diámetro, que caían sobre sus cubiertas. Un pequeño tsunami golpeó las orillas de Java y Sumatra a aproximadamente 40 kilómetros (28 millas) de distancia entre las 6 pm y 7 pm.
El 27 de agosto, el volcán entró en la catastrófica etapa final de su erupción. Cuatro enormes explosiones ocurrieron a las 5:30, 6:42, 8:20, y 10:02. La peor y la más ruidosa de estas fue la última explosión. Cada una fue acompañada por tsunamis muy grandes. Una gran área del Estrecho Sunda y varios lugares en la costa de Sumatra fueron afectados por flujos piroclásticos del volcán haciendo hervir el agua cercana a la isla. Las explosiones fueron tan violentas que se oyeron a 2.200 millas (3.500 kilómetros), incluso en Australia y la isla de Rodrigues cerca de Mauricio, a 4.800 kilómetros de distancia. El estruendo de la destrucción de Krakatoa se cree que es el sonido más alto registrado en la historia, alcanzando los niveles de 180 dB (SPL) (una medida del desvío de la presión producida por el sonido y medida en decibelios) a una distancia de 160 kilómetros (100 millas). Se dice que marineros que se encontraban a 40 km. a la redonda quedaron sordos del estruendo. La ceniza fue propulsada a una altura de 80 kilómetros (50 millas). Las erupciones disminuyeron rápidamente después de aquel punto, y antes de la mañana del 28 de agosto Krakatoa estaba tranquilo.
Los efectos combinados de flujos piroclásticos, cenizas volcánicas y tsunamis tuvieron resultados desastrosos en la región. No hubo ningún superviviente de entre los 3.000 habitantes en la isla de Sebesi, aproximadamente a 13 kilómetros de Krakatoa. Los flujos piroclásticos que viajaron sobre la superficie del agua a 300 km/h mataron alrededor de 1.000 personas en Ketimbang, en la costa Sumatra, a unos 40 km al norte de Krakatoa. El número de muertes oficial registrado por las autoridades holandesas fue de 36.417 y muchos asentamientos fueron asolados, incluyendo Teluk Betung y Ketimbang, en Sumatra, y Sirik y Semarang, en Java.
Las áreas de Banten de Java y el Lampong sobre Sumatra fueron devastadas. Hay numerosos informes documentados de grupos de esqueletos humanos encontrados flotando en el Océano Índico sobre balsas de piedra pómez volcánica que llegaron hasta la costa oriental de África, incluso un año después de la erupción. Algunas tierras de Java nunca fueron pobladas de nuevo; volvieron a convertirse en selva y ahora constituyen el Parque Nacional de Ujung Kulon.
Los barcos en lugares tan distantes como Sudáfrica se mecieron con los tsunamis que los golpeaban, y se encontraron cuerpos de víctimas flotando en el océano durante semanas después del acontecimiento. El tsunami que acompañó la erupción fue supuestamente provocado por flujos piroclásticos gigantescos que entraron en el mar; cada una de las cuatro grandes explosiones estuvo acompañada por un flujo piroclástico masivo resultado del derrumbamiento gravitacional de la columna de erupción. Nuevas teorías afirman que fue consecuencia del colapso de la caldera magmática.
Estos varios km3 de material entraron en el mar, desplazando igual volumen de agua de mar. Algunos flujos piroclásticos alcanzaron la costa de Sumatra a una distancia de hasta 40 kilómetros (25 millas) de distancia, al parecer tras desplazarse por encima del agua sobre un «cojín» de vapor sobrecalentado. Hay también indicios de flujos piroclásticos submarinos que alcanzaron 15km (10 millas) del volcán.
En un reciente documental, un equipo de investigación alemán realizó pruebas de flujos piroclásticos sobre el agua, que revelaron que la ceniza caliente viajó sobre el agua en una nube de vapor (400 °C), causando un fatal y devastador tsunami. Tras estas explosiones, la isla quedó completamente destruida y soterrada bajo el mar.

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